Noticias

La Dra. Soledad Castillo defiende su tesis doctoral sobre disregulación emocional en pacientes con Trastorno de Conducta Alimentaria

Es psicóloga clínica del CSMA de Sant Cugat y del CAS del Baix Llobregat

El pasado lunes, 21 de marzo, la Dra. Soledad Castillo Aranega, psicóloga clínica del CSMA de Sant Cugat y del CAS del Baix Llobregat, defendió su tesis doctoral titulada "La disregulación emocional en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA)", en el salón de actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), obteniendo la calificación de excelente (pendiente Cum Laude).



La tesis ha sido dirigida por Ignasi Garrido, doctor en Psicología y psicólogo clínico adjunto de la Unidad de Trastornos Alimentarios del HUMT y Susana Subirà, doctora en Medicina, psiquiatra y Vicedecana de Grados y Másters de la facultad de Psicología de la UAB.



En cuanto al contenido del trabajo, su punto de partida es que dada la gravedad del impacto de los Trastornos de la Conducta Alimentaria, la dificultad para tratarlos, y el número creciente de personas que los padecen, se ha vuelto cada vez más importante comprender la naturaleza de estos trastornos y los factores que intervienen en su desarrollo y mantenimiento.



Ante esta circunstancia, el principal objetivo de la tesis ha sido explorar la disregulación emocional en una muestra de pacientes con un Trastorno de la Conducta Alimentaria de forma transversal y longitudinal, analizando la relación con variables clínicas, psicopatológicas y de la personalidad.

La novedad del estudio ha sido dividir al grupo clínico en dos subgrupos basado más en criterios fenomenológicos en lugar de diferenciar entre las categorías diagnósticas de Trastorno de la Conducta alimentaria que establece el DSM-5. Por un lado, pacientes con predominio de restricción alimentaria sin episodios bulimicopurgativos, subgrupo restrictivo, y por otro, pacientes con predominio de conductas bulimicopurgativas, subgrupo purgativo.



En términos de conclusiones, los resultados confirmaron unas dificultades en la disregulación emocional en pacientes con un Trastorno de la Conducta Alimentaria, y se evidenciaron mayores dificultades el subgrupo purgativo. En este sentido, el estudio sugiere la importancia de contemplar la disreguación emocional como factor esencial a incluir en las intervenciones para mejorar la eficacia de los tratamientos, distinguiendo el perfil de las personas con TCA según el funcionamiento emocional permitiría desarrollar un tratamiento dirigido a dificultades específicas.



En cuanto al tribunal, éste estuvo integrado por los siguientes miembros: Nuria de la Osa, doctora en Psicología, directora del Departamento de Psicología Clínica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Eva Mª Alvarez Moya, psicóloga clínica adjunta al Hospital Sagrat Cor y Nuria Aragay Vicente, junta responsable de la Unidad de adicciones comportamentales del Consorcio Sanitario de Terrassa.