Lo recibió en el marco del European Stroke Organization Conference, celebrado a mediados de mayo en Suiza
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La Dra. Natàlia Cullell, reconocida con el premio “Investigador Jove” por la Organización Europea de Ictus
Entre el 15 y el 17 de mayo Basilea acogió el 10º Congreso Anual Europeo de Ictus y la Dra. Natàlia Cullell, bióloga e investigadora del grupo de neurociencias de la entidad y de farmacogenómica y genética del Ictus de la Fundación Docencia e Investigación, recibió el premio “Investigador Jove” otorgado por la Organización Europea de Ictus. Es el llamado Young Research Investigator Award y lo recibió por los resultados presentados de un estudio epigenético en el pronóstico del ictus.
El encuentro contó con cerca de 4.500 asistentes y se trata del mayor congreso europeo en la búsqueda del Ictus a nivel mundial. La Dra. Cullell recibió el premio por la presentación de los resultados de un estudio epigenético en el pronóstico del ictus, bajo el título: "EPIGENOME-WIDE ASSOCIATION STUDY IN THE EARLY STROKE OUTCOME".
Se trata de un estudio epigenético en el que hemos estudiado la metilación del ADN (un tipo de modificación química producida sobre el genoma que condiciona diferentes estados de salud). Se ha estudiado la metilación a lo largo de todo el genoma en pacientes con ictus, utilizando una cohorte multicéntrica de 1200 pacientes gracias a la colaboración con el IMIM del Hospital del Mar y el Instituto de Investigación de Sant Pau y se ha identificado una metilación específica asociada con el pronóstico neurológico después del ictus.
El trabajo concluye que los factores de cariz epigenético pueden explicar -en buena medida- los motivos y vías metabólicas que desencadenan los ictus isquémicos así como los mecanismos que explican la variabilidad en la evolución neurológica a corto y medio plazo, así como el pronóstico funcional a largo plazo.
La epigenética estudia los cambios que pueden afectar a la función de los genes -en muchos casos hereditarios- y que no se pueden atribuir a las alteraciones de la secuencia del ADN. En este sentido, el estudio evidencia que los factores de esta naturaleza (que no alteran la cadena del ADN pero que añaden una modificación) ayudarían a comprender algunas de las causas vinculadas a la aparición de los ictus.
Antes de la publicación de dicho trabajo esta asociación no se había podido analizar con tanta profundidad y el estudio en cuestión ha permitido identificar un mayor número de modificaciones así como la causalidad derivada del hecho de darse las modificaciones en primera instancia y luego sufrir el ictus isquémico. Las asociaciones más significativas se producen en dos genes que participan en la vía del estrés oxidativo.
Los resultados del trabajo -el cual se ha realizado mediante la integración de datos ómicos que analizan la metilación del ADN junto con datos genómicos y proteómicos- pueden convertirse en gran utilidad para predecir específicamente la ocurrencia de ictus y sin embargo podrían evaluar como dianas terapéuticas.