Las medusas son animales marinos que viven en aguas abiertas. Nadan muy lentamente y en primavera y el verano son arrastradas hacia las costas por las corrientes. Si se tocan, aunque estén muertas, inyectan una sustancia en la piel que produce escozor. El contacto con los tentáculos de las medusas puede causar lesiones, tanto en la piel como en todo el cuerpo en general. Las reacciones locales pueden consistir en erupciones cutáneas persistentes (días o meses), enrojecimiento, hinchazón y sensación de picor local con dolor intenso.
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Si vas a la playa, cuidado con las medusas
En el momento en que se produce la picadura, la sensación es muy similar a la del dolor causado por una quemadura. Se inicia una erupción en la piel que puede reaparecer varias veces (durante semanas o meses). Cualquier tipo de barrera que evite el contacto de la piel con la medusa es una buena herramienta de protección.
Las cremas solares, los bañadores que cubren el máximo de superficie corporal y otras ropas, como las camisetas, son medidas que nos protegen del contacto con los tentáculos de las medusas.
La reacción que se produce varía según las características de la persona afectada. Son especialmente sensibles a todas las personas con antecedentes de alergia, las que padecen asma o enfermedades cardiovasculares y los niños. Es muy importante la cantidad de superficie corporal que recibe el impacto de los tentáculos, la zona de la piel que se ve afectada y especialmente los ojos.
Es importante saber en qué playas se localizan las medusas.
Ante un picadura de medusa:
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Fuente: Canal Salud Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya