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La consejera de Derechos Sociales y la alcaldesa de Hospitalet de Llobregat visitan la residencia para personas con discapacidad intelectual Can Serra

El Centro está gestionado por la Fundación Vallparadís desde marzo de 2022

La consellera de Derechos Sociales, Violant Cervera y la alcaldesa de Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, visitaron ayer, 18 de mayo, la residencia para personas con discapacidad intelectual, Can Serra de Hospitalet de Llobregat. Tras la visita, la consejera anunció la ampliación de la residencia con el objetivo de adaptar la residencia al modelo de Atención Centrado en la Persona, con la creación de unidades de convivencia que fomentarán la autonomía personal. Durante la visita, Cervera insistió en que con la remodelación: “mejoremos Can Serra y la adaptamos al modelo basado en la atención a la persona, una voluntad firme de este departamento y de este Gobierno por la mejora de vida de las personas usuarias de centros residenciales como éste. “


La consellera explicó que está previsto que las obras se inicien en 2024, con una inversión de 3'1 millones de euros procedentes de los Fondos Next Generation. Actualmente la residencia consta de 60 plazas residenciales con dormitorios triples e individuales, cuyo objetivo es mantener el número de plazas y crear unidades de convivencia, dormitorios individuales y dobles (como máximo). En este sentido se ampliará 850 m² la superficie edificada con el fin de conseguir la eliminación de los dormitorios triples y una nueva redistribución en módulos de hogar, teniendo en cuenta la definición y organización de los siguientes ámbitos. La consejera explicó que "con la remodelación iniciamos un nuevo camino por Can Serra, que contará con un diseño adaptado al modelo arquitectónico basado en los principios de Atención Centrada en la Persona."

Las unidades de convivencia para fomentar la autonomía personal

Las unidades de convivencia o módulos de hogar serán de 12 personas como máximo y permitirán crear entornos más similares a los de un domicilio particular y reducir el exceso de estímulos, generando entornos más tranquilos y seguros. Las unidades de convivencia se organizan en los espacios independientes (dormitorios dobles e individuales) para preservar el derecho de la persona a la privacidad e intimidad, la individualidad y la independencia, así como favorecer la reducción de patógenos. Al menos, el 25% de los dormitorios del centro residencial serán dormitorios individuales, y los espacios comunes (cocina-office, comedor, sala de estar y salida a espacios exteriores) que promoverán la interacción social facilitando los encuentros y la comunicación entre personas y el fomento de la vida autónoma en la que se puedan desarrollar tareas cotidianas y mantener ciertas rutinas de su vida.

La residencia contará con otros espacios de atención especializada como salas o espacios de estimulación de los sentidos, espacios de fisioterapia y otras salas polivalentes que se puedan segmentar para dar diferentes usos según las necesidades y espacios exteriores como elementos socializadores y terapéuticos que fomentan estimulación cognitiva.